¿QUE QUIERE LA BACHELET?
Una vieja canción de la banda chilena Los Prisioneros tiene un coro inolvidable “nunca quedas mal con nadie” y ese parece ser el estribillo que se cantó desde La Moneda la semana pasada. Para nadie es novedad que Perú tiene temas limítrofes pendientes con Chile, lo que si es novedad es que se actúe tan torpemente desde Santiago.
Como se sabe, el Congreso chileno aprobó en diciembre la creación de la región de Arica y Parinacota en la zona fronteriza con Perú, fijando unilateralmente límites marítimos y territoriales con los que el gobierno de peruano discrepa, justo cuando la relación entre ambos países pasaba por su mejor momento en muchos años. Este proyecto de ley significaba la pérdida de entre 19 mil y 35 mil metros cuadrados de tierra tacneña.
En principio, el reclamo peruano no se hizo esperar, ya que en el proyecto que aprobó el Congreso chileno se indicaba que la nueva región limitaba al norte con Perú "desde el paralelo del hito Nº 1 en el mar chileno hasta el hito Nº 80 tripartito de la frontera con Bolivia y en el límite oeste fijaba el mar chileno, desde la punta Camarones hasta el paralelo del hito Nº 1, en la frontera con Perú".
Esto último provocó los reparos peruanos, pues una ley aprobada unilateralmente en 2005 por ese país dice que la frontera con Chile estará determinada por una línea equidistante, y no paralela, a partir del hito número 1.
Como se sabe, el Congreso chileno aprobó en diciembre la creación de la región de Arica y Parinacota en la zona fronteriza con Perú, fijando unilateralmente límites marítimos y territoriales con los que el gobierno de peruano discrepa, justo cuando la relación entre ambos países pasaba por su mejor momento en muchos años. Este proyecto de ley significaba la pérdida de entre 19 mil y 35 mil metros cuadrados de tierra tacneña.
En principio, el reclamo peruano no se hizo esperar, ya que en el proyecto que aprobó el Congreso chileno se indicaba que la nueva región limitaba al norte con Perú "desde el paralelo del hito Nº 1 en el mar chileno hasta el hito Nº 80 tripartito de la frontera con Bolivia y en el límite oeste fijaba el mar chileno, desde la punta Camarones hasta el paralelo del hito Nº 1, en la frontera con Perú".
Esto último provocó los reparos peruanos, pues una ley aprobada unilateralmente en 2005 por ese país dice que la frontera con Chile estará determinada por una línea equidistante, y no paralela, a partir del hito número 1.
La indicación con estos límites que causó la polémica, fue enviada el 5 de diciembre por la Presidenta Michelle Bachelet al Congreso, modificando lo establecido en el proyecto original de 2005 enviado por el ex Mandatario Ricardo Lagos.
En el proyecto del ex Presidente socialista, se hacía una referencia al decreto con fuerza de ley 2-18.715 de 1989 del Ministerio del Interior, donde se fijaba los límites con Perú "desde el mar chileno sin mencionar el hito Nº 1".
Conocido el caso, las reacciones políticas en ambas naciones fueron in crescendo amenazando el caso convertirse en una bola de nieve.
Uno de los primeros en reaccionar, fue el senador por la Primera Región, Jaime Orpis (UDI), quien criticó duramente el accionar del Gobierno y de la Presidenta Bachelet en esta situación.
Orpis dijo que la Mandataria debió haber enviado en su oportunidad un oficio para vetar el proyecto, dado que se sabía que existía este problema, pero "esto no se hizo antes que el proyecto fuera al Tribunal Constitucional porque manifestaron que se había conversado con Perú y esto no causaba ninguna alteración".
El senador recordó que el proyecto original no tenía ningún problema en cuanto a su redacción e incluso se contaba con un informe de las Fuerzas Armadas ratificando esto.
Luego de conocido el fallo del Tribunal Constitucional chileno, el canciller peruano José Antonio García Belaunde aseguró que quedaron superados los momentos de dificultad entre Perú y Chile. El Tribunal Constitucional declaró inconstitucional el proyecto de ley para la creación de una región que no respetaba la delimitación territorial con el Perú. Esta máxima instancia declaró “inadmisible” el inciso segundo del primer artículo, señalando que “su contenido no tiene relación directa con las ideas matrices o fundamentales del proyecto original” que remitió la administración de Ricardo Lagos; por lo tanto debía ser eliminado de su texto.
Con ello el problema fronterizo vuelve, otra vez, a fojas cero. Pero una pregunta todavía puede respirarse en Lima y Santiago: ¿Por qué la presidenta Bachelet pidió al Parlamento incluir esta iniciativa legal? Para algunos analistas la presidenta desconoce el tema, pero otros analistas señalan lo contrario, no veto la ley a sabiendas que se metía en un lío político con Perú.
Ayer, diversos políticos, analistas, ex embajadores y periodistas chilenos dijeron que la presidenta Bachelet no vetó el referido proyecto de ley porque ella misma había incluido, 50 días antes, el 5 de diciembre, la indicación de ampliar los límites fronterizos.
En el proyecto del ex Presidente socialista, se hacía una referencia al decreto con fuerza de ley 2-18.715 de 1989 del Ministerio del Interior, donde se fijaba los límites con Perú "desde el mar chileno sin mencionar el hito Nº 1".
Conocido el caso, las reacciones políticas en ambas naciones fueron in crescendo amenazando el caso convertirse en una bola de nieve.
Uno de los primeros en reaccionar, fue el senador por la Primera Región, Jaime Orpis (UDI), quien criticó duramente el accionar del Gobierno y de la Presidenta Bachelet en esta situación.
Orpis dijo que la Mandataria debió haber enviado en su oportunidad un oficio para vetar el proyecto, dado que se sabía que existía este problema, pero "esto no se hizo antes que el proyecto fuera al Tribunal Constitucional porque manifestaron que se había conversado con Perú y esto no causaba ninguna alteración".
El senador recordó que el proyecto original no tenía ningún problema en cuanto a su redacción e incluso se contaba con un informe de las Fuerzas Armadas ratificando esto.
Luego de conocido el fallo del Tribunal Constitucional chileno, el canciller peruano José Antonio García Belaunde aseguró que quedaron superados los momentos de dificultad entre Perú y Chile. El Tribunal Constitucional declaró inconstitucional el proyecto de ley para la creación de una región que no respetaba la delimitación territorial con el Perú. Esta máxima instancia declaró “inadmisible” el inciso segundo del primer artículo, señalando que “su contenido no tiene relación directa con las ideas matrices o fundamentales del proyecto original” que remitió la administración de Ricardo Lagos; por lo tanto debía ser eliminado de su texto.
Con ello el problema fronterizo vuelve, otra vez, a fojas cero. Pero una pregunta todavía puede respirarse en Lima y Santiago: ¿Por qué la presidenta Bachelet pidió al Parlamento incluir esta iniciativa legal? Para algunos analistas la presidenta desconoce el tema, pero otros analistas señalan lo contrario, no veto la ley a sabiendas que se metía en un lío político con Perú.
Ayer, diversos políticos, analistas, ex embajadores y periodistas chilenos dijeron que la presidenta Bachelet no vetó el referido proyecto de ley porque ella misma había incluido, 50 días antes, el 5 de diciembre, la indicación de ampliar los límites fronterizos.
La Bachelet prefirió poner a Chile en el camino de un nuevo diferendo diplomático con Perú en lugar enfrentar las críticas internas en su país.
Bueno pues ahora el feeling entre el presidente Alan García y su homóloga Michelle Bachelet, ha sufrido un revés insuperable. Y qué hará ahora la Bachelet para restablecer sus coqueteos con Alan. Será que la Presidenta vendrá de nuevo a conversar con García, quizás asista a otro desfile militar, cante con más fuerza el himno nacional y hasta lo invite a viajar juntos nuevamente a algún país vecino. Lo cierto es que en la casa de Pizarro ya no miran con tan buenos ojos a la Bachelet que, si bien no deja de ser nombrada aliada y amiga del Perú, si esta nominada a dejar de serlo sino se comporta como debe.