EL DESAFIO IRANI

Muy temprano la televisión, el medio por el cual me entero todas las mañanas de las novedades mundiales, me puso frente a frente con el presidente de Irán, Mahmoud Ahmadinejad y su gran desafío al primer mandatario norteamericano.

La jugada iraní me pareció osada y la vez muy inteligente. El presidente iraní no solo quiere un debate televisivo, no le interesa ganar audiencia estando junto a Bush, lo que en verdad quiere es llevar la discusión nuclear a un ámbito mucho mas grande, el nuevo orden mundial.

Lo cierto es que la disputa en materia nuclear se esta acalorando a medida que la fecha limite planteada por la ONU a Irán para detener el enriquecimiento de Uranio se acerca.

Bush ya ha rechazado la posibilidad de debatir televisivamente, de seguro que sus asesores le han advertido de la jugada picara del presidente iraní.

Ahmadinejad ha reconocido su derecho a una energía nuclear con fines pacíficos, esta dispuesto a mantener futuras negociaciones, pero paralelamente asegura que nadie podría impedir que Irán lleve a cabo su programa nuclear.

Una cosa es cierta, potencias como la norteamericana y la británica siempre buscan tomar ventaja, se adjudican privilegios especiales, que a lo largo de la historia no han creado más que mayores conflictos y desigualdades

Irán tiene hasta el jueves para detener su programa de enriquecimiento de uranio, que según Bush y sus aliados europeos es una ruta para el desarrollo de armas nucleares.

Quizás Estados Unidos podría estar preparándose para actuar independientemente, si el Consejo de Seguridad no llega a un acuerdo sobre la imposición de sanciones.

Otra vez la doble moral de la potencia norteamericana quedaría a la luz pues es bien sabido que Estados Unidos y el Reino Unido han incumplido el Tratado de No Proliferación de Armas Nucleares al transferirse tecnología nuclear entre ellos, aduciendo que tales decisiones no están restringidas por el convenio.

De seguro Bush y Ahmadinejad no estarán frente a las cámaras de televisión. La controversia nuclear no debe quedarse solamente en acusar a Irán de enriquecer uranio para crear una bomba atómica, tenemos una cuestión mucho más amplia, en el fondo se cuestiona la libertad de cada país para buscar sus propias fuentes de energía y evitar así el monopolio y los privilegios de unos cuantos países.

LAS VERDADERAS ASPIRACIONES DE VENEZUELA

Hoy los principales medios internacionales destacan un nuevo viaje del presidente venezolano Hugo Chávez a China. El motivo de este periplo es el de asegurar el apoyo de la potencia asiática a la candidatura del país petrolero al consejo de seguridad de la ONU.

Lo primero que me vino a la mente fue buscar el por qué Chávez ofrece el oro y el moro para que su país asuma en octubre próximo el lugar en el consejo de seguridad que dejará Argentina.

La aspiración de Venezuela es legítima pero no constituye novedad alguna. Venezuela, ya formó parte de esa instancia internacional con anterioridad en los períodos 1962-1963; 1977-1978 y 1992-1993. En realidad, lo novedoso de esta nueva aspiración radicaría en la posición de confrontación y beligerancia asumida por este país en contra de los Estados Unidos de América y de sus principales aliados.

Desde esta perspectiva, el ingreso de Venezuela al Consejo de Seguridad permitiría al gobierno chavista utilizarlo como “caja de resonancia”, para el despliegue y promoción de su política internacional. Por ejemplo: ¿no sería el mejor lugar y auditorio para denunciar las agresiones y las amenazas de los Estados Unidos de América contra Venezuela?

Una mirada distinta a este posible suceso nos deja observar que desde allí, se podría denunciar o bloquear cualquier iniciativa política de la oposición o disidencia democrática venezolana que sea catalogada como “peligrosa” por el gobierno de Chávez.

El presidente venezolano ha viajado mucho durante estos últimos años, sus travesías van más allá de los acuerdos comerciales y energéticos; el verdadero centro de interés son las gestiones para lograr el cupo en el Consejo de Seguridad. Chávez ideologiza las relaciones internacionales y hay que ver sus viajes en ese contexto.

La política exterior venezolana ha evolucionado en sus objetivos desde fortalecer la soberanía nacional y promover el mundo multipolar hacia su nueva meta: el socialismo del siglo XXI como alternativa frente al capitalismo, la globalización y el imperialismo.

Sin embargo, su política exterior confrontacional y le ha generado fracasos diplomáticos como el de la Cumbre de Las Américas, la separación de la Comunidad Andina de Naciones y del Grupo de los Tres (G-3), además de su última derrota en la ONU al tratar de ingresar a la nueva Comisión de Derechos Humanos.

La aspiración venezolana de ocupar un puesto, como uno de los 10 miembros no permanentes del Consejo de Seguridad se presenta un tanto complicada, la alianza con gobiernos con las características de Corea del Norte, Irán o Siria sólo reflejan la tendencia que llevaría el gobierno de Chávez a la ONU.

NO HAY NADA QUE CELEBRAR EN LA CALLE 8

El lunes mientras regresaba a mi casa se propago por las televisoras el anuncio del traspaso de gobierno en La Habana. La primeras imágenes no eran las del líder cubano convaleciente en una cama de hospital, sino la celebración de un grupo de exiliados en la famosa calle 8 festejando la posible muerte de uno de los personajes mas importantes de las últimas décadas en América Latina.

Podemos no estar de acuerdo con su ideología y sus métodos, pero lo vivido por Fidel Castro no se lo quitan unos cientos de exiliados americanizados, al líder cubano lo respaldan las marchas del pueblo combatiente, cubanos que han sabido forjarse un ideal y una dignidad.

Pero qué podemos creer de todo este ambiente. Lo cierto es que existe un parte médico que ha confirmado la enfermedad de Fidel Castro, y hacerlo público fue una buen medida, hubiese sido más crítico que el viejo líder cubano desapareciera por semanas o meses, eso hubiese creado el caos.

Sin embargo, todo este ambiente me hace recordar los tiempos de sucesión en los países de Europa del este, cuando decían que el líder estaba enfermo y mas tarde aparecía muerto.

La verdad no creo que este muerto. Dos eventos importantes, como su próximo cumpleaños y la reunión del Movimiento de Países No Alineados a realizarse en La Habana, me hacen suponer que especular sobre su muerte en este ámbito tiene poca lógica.

Raúl Castro ahora esta al frente de un gobierno interino y no de transición, por lo que no se puede vislumbrar ningún cambio inmediato pues el menor de los Castro comparte la ideología y las perspectivas de su hermano enfermo.

La verdad es que entre Raúl y Fidel no hay diferencias. Además es importante destacar un elemento, Raúl no solo es el vicepresidente sino también el jefe de las Fuerzas Armadas.

En momentos de crisis o de vacío político, la lealtad de las fuerzas armadas resulta muy importante.

Todos se preguntan qué pasará tras la muerte de Fidel. Algunos hacen especulaciones irresponsables y carentes de fundamento. Es casi imposible responder esta interrogante porque no se conocen a profundidad las diferencias políticas existentes entre los que ocupan las posiciones más importantes en la cúpula del poder cubano.

Las Fuerzas Armadas han jugado en Cuba un papel importante para las reformas económicas y políticas, por lo que serán vitales para el futuro de la Isla.

Y si así esta el panorama qué pueden celebrar algunos inmaduros exiliados cubanos en la calle 8. Que sigan bailando y tomando café en “Versalles” a la revolución cubana le queda mucho por vivir todavía.